Por. Javier Lugo
@javierlugo21
La salud mental del venezolano es uno de los temas que ha llamado la atención de los gremios de salud en nuestro país, la total carencia de políticas públicas orientadas a la “Salud Mental” es una de las grandes debilidades de nuestro ya maltratado sistema de salud, en una nación dónde los problemas y conflictos que, cada persona puede vivir en su vida cotidiana como producto de su interacción humana, también se le suma la condición de miseria y de sobrevivencia a la que se encuentra sometida la nación gracias al Socialismo del Siglo XXI.
Si trasladamos este problema a nuestro Municipio Carache el tema es mucho más preocupante, tomando en cuenta las características de ruralidad que definen alrededor del 75% de la población aproximadamente, teniendo a la población de Carache cómo su principal centro urbano y lugar de asiento de las principales instituciones de salud pública e incluso de atención médica y psicológica de carácter privado, de esto podemos definir con toda seguridad que ni el Hospital I “Dr. Rafael Quevedo Viloria,” ni el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “Dr. Ramón Materano”, cuentan entre sus atenciones con planes, departamentos ni personal destinado a orientar y atender a la población con problemas psicológicos, de salud mental, así como tampoco, estás instituciones de salud, llevan estadísticas o se interesan en coordinar acciones destinadas a esta área de la salud que debería ser tomada como una prioridad, en función de prevenir o atender suicidios, brindar asesoría y atención psicológica, atender casos psicológicos graves o cualquier otra situación que esté relacionada con la salud mental.
Resulta preocupante para toda la población los casos de suicidios, sobre todo, ahorcamientos que durante este año se han venido presentando en Carache, dado a las características de quienes los han cometido o intentado cometerlo, personas de un sector etario joven, que lamentablemente, y erróneamente han visto una salida extrema a sus situaciones particulares, pero resulta mucho más preocupante que, hasta el momento ninguna institución de salud pública se pronuncie en relación al tema, siendo esto un problema de salud pública, es lamentable que equipos como los de salud mental que durante muchos años mantuvo el Hospital I “Dr. Rafael Quevedo Viloria” y que recordamos que era orientado por el Dr. Jesús Godoy y personas de esta comunidad como la ciudadana Yolanda de Gonzáles entre otras, haya desaparecido y no exista la intención de las autoridades de salud, por restablecerlo, por incluir a personas dentro de la nómina, personal calificado como psicólogos, que existen ya en nuestra población, para brindar una atención tan importante como está.
Por este motivo y desde este espacio que nos brinda los medios de comunicación, queremos hacerle un llamado a las autoridades de salud, como la Fundación Trujillana de la Salud (FUNDASALUD) que se recuerdan de nuestro hospital para venir a llevarse sus equipos y ambulancias para otras poblaciones, y a las autoridades locales de salud, que es necesario de forma urgente establecer planes destinados a atender la salud mental de la población, tomando en cuenta la misma como un problema de salud pública, estableciendo un departamento de orientación psicológica en nuestro hospital, con un psicólogo, desde donde se coordine, atienda, se lleve estadística y orienten, planes, programas destinados a la salud mental, que como ya lo demuestran los casos y los análisis realizados por los gremios profesionales de la salud, son tan necesarios y urgentes para la población.