Por. José Gregorio Torres
No se podía pasar por alto la despedida de Ramón José Vergara a quien sus amigos y vecinos de la Concepción de Carache, le reconocían de cariño con el sobrenombre de Chivo Topo, trabajador servicial buen padre de familia, y excelente hijo, hombre sencillo, con quien se podía contar en cualquier situación adversa, amigo de los amigos, leal honesto, incapaz de desperdiciar ninguna circunstancia o momentos para brindar alegrías. Nacido en el Páramo del Rincón, el 31 de agosto de 1953, hijo de María Belén Vergara y José Isaías Román. Ramón Vergara, conto con un gran número de hermanos, por la vía paterna y otros dos, por la vía materna, realizo sus primeros estudios en la comunidad del Páramo del Rincón, donde se inició en la práctica diaria de la agricultura, llegando hasta tercer grado de primaria, culminando sus estudios en la Escuela “Guadalupe Román Colmenares” de la Concepción de Carache.
Durante estos años estuvo residenciado en la casa de sus tías paternas, y regresó al Páramo al finalizar el sexto grado, donde asume la responsabilidad de su familia haciéndose cargo de su mama, sus tías, hermanos y primos, allí asume las labores agrícolas, donde destaca su destreza en el comercio, haciéndose conocer en la zona, estableciendo y desarrollando esta actividad entre los pueblos vecinos de Burbusay, la Concepción de Carache y el Páramo, durante este tiempo y siendo ya un adolescente, engendro dos hijos. En 1978, se traslada a Caracas donde conoció a su compañera de vida, Angélica Moncada con quien contrae nupcias, formando un hogar y engendrando a seis hijos, más tarde en 1994, la familia Moncada Vergara, se residencia en la población de La Concepción de Carache, donde se establecieron, para desarrollar una vida útil a la comunidad.
Fue un gran apasionado por los caballos, lo que le hacían dedicarle tiempo a sus paseos a caballo, haciéndose un permanente miembro y asiduo asistente de las cabalgatas, actividades muy importantes en la cultura de Carache, su manía de hacer amigos, lo llevo a hacerse popular en las diferentes comarcas cercanas y fuera de ella, destacándose como buen amigo, chicharachero, mamador de gallo y muy hospitalario, a pesar de sus escasos estudios, sorprendía su capacidad de análisis, hombre capaz de informarse de todo cuanto acontecía en el país, para todo tenía una crítica acompañada de una práctica solución, tal vez esto heredado de su progenitor, quien también fue de La Concepción un destacado y sobresaliente personaje popular; Isaías Román. Su personalidad de hombre practico le permitió ser un buen productor agrícola y próspero comerciante hasta sus últimos días. El 20 de junio, de los corrientes toda la comunidad de la Concepción y adyacencias, lamentó su partida física, y se unió al duelo de sus familiares, quedando los recuerdos, vivencias en el corazón de los que le apreciaron y le estimaron, los que hoy elevan una oración por su descanso eterno y la paz a su alma.
