Por. José Gregorio Torres
Al parecer, no existe manera que los caracheros dejemos de soportar los constantes apagones a los que la empresa gubernamental CORPOELEC nos tiene sometidos, apagones no anunciados y al parecer, no programados. Luego de un respirito de unos seis meses en los que tanto familias instituciones y comerciantes al menos no sufrimos de este mal que significan los repentinos apagones a los que el años pasados fuimos sometidos los trujillanos en general y que le han causado a los ya maltratados usuarios gastos millonarios, no solo con las tarifas eléctricas, si no y más aún con las pérdidas en equipos eléctricos generados por esos violentos y repentinos apagones, sin que nadie asuma estas pérdidas como sucede en otras partes del mundo. Esta situación pudiera hacerse más grave según se está ventilando en las redes sociales y pudiera ser debido a las fallas en las turbinas que generan la electricidad en las principales centrales eléctricas del país.
Como si la pérdida del poder adquisitivo, un salario pírrico que a duras penas alcanza para comer y sin poder disponer menos aún para una enfermedad, se suma ahora la problemática de tener que asumir gastos en reparación de equipos eléctricos domésticos, los que ahora resultan más caros recuperarlos que adquirirlos y que, ya se ha vuelto una constante en la cotidiana en la vida del venezolano, pues hasta hace veinte años atrás nuestro país se consideraba el más rico de Latinoamérica, llegando al extremo de exportar electricidad a países vecinos. Pero eso es una historia que hasta vergüenza da contar, pues no sólo serían las fallas en las turbinas generadoras, sino también por las famosas granjas Bitcoin, instaladas en el país, las que requieren grandes cantidades de energía para la producción del dinero inorgánico con el cual se beneficiaban los recientes funcionarios de PDVSA, imputados y presos por delincuentes.
Hoy nuevamente se repite la historia y volvemos a esta situación a la que todos los caracheros sin excepción temen regresar, sin que podamos más que quejarnos y aguantar esperando que por suerte no se nos sigan quemando los aparatos tan necesarios en nuestros hogares, neveras licuadoras, cocinas, lavadoras televisores, entre otros y que, decir de los comerciantes, quienes no solo padecen las averías en sus equipos, a esto se suman la pérdida de los productos perecederos pues, si tienen las plantas eléctrica, les falta la gasolina. Por ahora, los apagones no han pasado de doce horas, pero por los rumores que soplan, estos pudieran extenderse hasta cinco días continuos, según se corren los rumores en las redes sociales. Ojalá y esto no pase de ser más que un rumor infundado y no tengamos que volver a esos días que nadie desea.
